domingo, 9 de octubre de 2011

a veces tengo miedos
ahora tengo miedos
estoy tan solo y perdido en un lugar que nunca verás
región tan oscura
pero tu eres una luz
si tengo una luz siento que talvez pueda meterme más prufundo en esa oscuridad
es tanto frio
y me gusta
me gusta todo ese frio
esa maraña tenebrosa
es una percepción
todo se ve tan perdido
tan
pero no esta tan mal
al fin hay una extraña soledad que no puedes expresar
pero te lleva
estas tan solo y puedes con ello
al fin te has liberado de todo
y no hay tiempo
palabras tampoco
no hace falta nada
ya no se desea a nadie
ya no se desa nada
talvez alguna sola cosa
pero
yo quiero ver que hay más allá de aquella luz
antes de tirarme al vació
porque se que lo haré
voy a tirarme al vacio
sin saber nunca que hubo detras de esa otra luz

domingo, 17 de julio de 2011

Ya no creo en la belleza...

.... y es que creo últimamente que todo es un engaño y que la felicidad consiste en decidir hasta cierto punto con que quiere engañarse uno mismo, y que la fascinación por algo puede ser aniquilada fácilmente, solo hace falta abrir los ojos (o cerrarlos, pero hablando de ésta manera no llegaré muy lejos), quiero decir.... las cosas que vemos y sentimos y pensamos y lo que somos no nos llega en su entera manifestación. No lo soportaríamos y por eso es que nos llega fragmentado, nos llega todo filtrado (o contaminado...) y a partir de esto es difícil detectar en donde esa noción empieza a ser otra cosa muy diferente a lo que era originalmente sin que ninguna de las dos sea necesariamente la "verdadera" y sin saber realmente cual es su origen.
La belleza quizás sea el consuelo que nos inventamos para hacer todo esto más soportable, porque no hay belleza y jamás la hubo y más nos vale engañarnos con el amor y todas esas cosas que nos hacen soportar nuestra existencia, porque algunos prefieren seguir existiendo antes que averiguar que hay del otro lado (porque  al igual que la belleza quizás no existe el otro lado, pero-....)

domingo, 13 de febrero de 2011

Yo escucho música, ¿en verdad la escucho?, sí, no puedo contar cómo con exactitud, a veces la siento en el aire,siento como si trepara por mi piel hasta mis oídos, produciendo en su recorrido millares de sensaciones de las que solo llego a recordar algunas...

¿Qué música escucho?, pregunta forzada talvez, en mi caso pregunta que me paraliza, me deja pensado en una probable lista de grupos, bandas, géneros, territorios comunes, pero a estás alturas no es algo que se pueda responder íntegramente en una conversación.

No es estratosférica la lista de todas las bandas, compositores, intérpretes, géneros, etc. que he escuchado (siempre queda algo por descubrir) y ahí entra otra noción: el gusto, la fascinación, el asombro, el placer, el éxtasis.... la cercanía le llamaría yo, lo que sientes. lo que piensas, lo que logras percibir, descifrar, disfrutar... algo delicioso.

Yo no me siento comprometido con ningún género musical, (para empezar tendría que hablar de cómo me llevo con eso de los géneros musicales, probablemente lo haré en alguna entrada pero no ahora), no estoy casado con ninguno de ellos, soy promiscuo en ese aspecto, es algo que disfruto y que he aprendido a usar a mi favor. Me permito disfrutar de un exquisito jazz de Coltrane sin tener que rendir cuentas o sentir que estoy ofendiendo a alguna otra canción que no escuché por estar metido en Coltrane (algo así como con los libros).

Escucho Black Metal (Life Eternal es un opiáceo para mi), escucho Progresivo (Any color you like me produce escalofríos de placer), son un despeñado en La Barranca, enardezco con Therion, con Radiohead me siento humano, la trova me invita a la acción, la música tradicional de la India, los ritmos tribales, la música prehispánica y de otras culturas milenarias, lo que llaman música clásica, tanta música... es tanta la música y tan corta la vida si a esto le añadimos los libros que te gustaría leer, las bocas que te gustaría besar, los paisajes que te gustaría mirar, las películas que te gustaría ver...

Lo que se podría y lo que se ha escrito sobre la música, desde sus procesos dentro de ti hasta su uso terapéutico, experiencias personales, presencia en la naturaleza, fenómenos sociales, cultura, estructura matemática, etc, etc. es la prueba de qué tanto forma parte de nuestra existencia.

Por eso sin prejuicios hay que escucharla, sin preconcepciones, o como usted quiera, escuchar música es un proceso, un deleite, una manera de aprender sobre otras culturas, sobre otros tiempos, es tantas cosas escuchar la música porque la música es tantas cosas.







miércoles, 12 de enero de 2011

la mirada de tu fuego que se adentra por la mía
ya va consumiendo las demás miradas
para dejar espacio a una sola flama
a una sola presencia de calor infinita
indomable
que acabará por consumirme 
y obligarme a renacer 
con una supernova incrustada en el alma

                                                                                                   GB